Pisa nos explota en la cara

22.01.2024

En diciembre del año pasado, el Informe Pisa evidencia una situación educativa preocupante. España, por ejemplo, lograba sus peores resultados desde que la evaluación más importante del orbe empezó a publicarse en el año 2000. 

La escuela de Atenas (Scuola di Atene) Rafael Sanzio (1483-1520)

Este descenso no es novedad y se observa su graduación gráficamente al revisar los resultados de cada informe desde el inicio de este siglo. El batacazo es global. Y afecta también a los países que integran la OCDE (institución internacional que organiza la prueba), y casi toda la Unión Europea. Con matices, el Informe Pisa muestra resultados graves en matemáticas, lectura-comprensión lectora, ciencias. En la prueba de matemáticas, Suecia y Dinamarca descienden 20 puntos; Francia, 21; Finlandia, 23; Alemania, 25. En Noruega los resultados en matemáticas han caído 33 puntos. España se sitúa en la media de la OCDE (casi siempre quedaba por debajo), pero no porque mejoren sus resultados, sino porque los otros países han obtenido datos más ruinosos.

La propia OCDE afirma que "no toda esta caída puede ser atribuida al más reciente periodo y a las disrupciones relacionadas con la pandemia". Advierte que durante la última década la proporción de estudiantes (adolescentes) mediocres se ha disparado en las tres asignaturas evaluadas, y ha descendido el porcentaje de escolares excelentes en Matemáticas.

Hay causas variables para semejante desplome: el abuso de los teléfonos móviles y de las pantallas en las escuelas o el descenso en la implicación de los padres en el progreso académico de sus hijos. Se observa una pérdida de la excelencia y relajación de la exigencia en los sistemas educativos.

Pero la cuestión no queda ahí. Otros sistemas educativos de éxitos demostrados como el japonés implementan la pedagogía del conocimiento y los de peores resultados insisten en la "pedagogía emocional". Los sistemas educativos que han mejorado son los que procuran un nivel de exigencia muy alto sobre los alumnos, responsabilizarse de sus propios resultados, y también demandan rigor a los profesores. Esto parece una perogrullada y siempre fue una base fundamental de los procesos de enseñanza-aprendizaje. Ahora asoma como si fuera una novedad. Cualquiera pensaría que el sentido común sufre trastornos.

Al leer algunas interpretaciones sobre el Informe encuentras evasivas, ideologizaciones, filibusteros, evadiendo esa verdad que las estadísticas arrojan. Partidos, políticos y medios simpáticos concluyen lo que más convenga a sus pasiones. Mientras tanto, la verdad permanece. No es una bagatela. Hay una inflexión en el espécimen educativo que ha venido propagándose.

¿El descenso del nivel educativo es una mera crisis?, ¿están en un aprieto la teoría del conocimiento utilizada y los métodos educativos implementados?

La realidad existe antes de ser conocida, la descubrimos no se 'construye' según el antojo de moda. Hay corrientes 'modernas' en la llamada educación nueva y la teoría educativa que la fundamenta: el constructivismo, consecuencia de una deriva filosófica (más ideológica) cuestionable. Esas ventiscas llevan muchísimo tiempo despreciando la jerarquía como fuente de conocimiento y a la memorización. El constructivismo reprende las mediciones y las pruebas: un rechazo fervoroso de la realidad como instrumento de medir. Prefiere recurrir a emociones, valores difusos y competencias ambiguas. Elige conceptos subjetivos. Se apuesta por deportar los conocimientos que nos anteceden. Profesa su devoción a lo que llaman educación emocional, a la tableta y los métodos constructivistas de aprendizaje por descubrimiento puro.

Los alumnos dejan de leer textos porque son largos y pegan papelitos en un mural; cortan y pegan de Wikipedia o inventan ellos mismos la Historia. Pasan de recibir clases en un estilo de instrucción recta, a un aprendizaje por descubrimiento solamente: el niño 'aprende a aprender', dicen. No faltan los que advierten del peligro de la clase magistral, pero concluyen su dilatado sermón al respecto, con una ovación que aplaude su clase magistral.

La realidad no se construye; la realidad se descubre, porque como las verdades existe antes de ser conocida. Un neófito no sabe lo que necesita conocer por una razón obvia: aún no ha aprendido. Y para descubrir un hecho, y ubicarlo en el todo del contexto, existe un maestro que domina su materia y sabe enseñar con ardor, sosteniendo la mirada atenta de cada uno de los aprendices. Ese no es el rol de Google, tampoco de la tableta: vehículo dilecto del constructivismo. La apertura ante la realidad o los signos de los tiempos no significa ser remolcado por estímulos frecuentes, pero inconexos, también intermitentes, que distraen el aprendizaje. Mucha motivación, pregonan, dinámica motivacional... convertidas en fin o implementadas como un medio sin destino ni objetivo preciso. ¿A qué favorecen?

(El Tiempo salvando a la Verdad de la Falsedad y de la Envidia, tela de François Lemoyne, 1737.)

Los resultados se evalúan y con ellos las 'buenas' intenciones son fruslería. Todos los caminos conducen a Roma, dicen; pero por cualquier trillo no se asciende al conocimiento. Es eficaz enseñar mediante la combinación de la instrucción directa y del aprendizaje por descubrimiento tutelado. El maestro no es la causa de la verdad, pero guía y auxilia al estudiante para conocerla, porque la encontró antes. No es necesario entonces arrojarse a una contienda para defender teorías o ideologías. Tampoco se trata de negar la tecnología y las competencias que de ellas se derivan para la formación del individuo. Es un camino más recto y menos movedizo. Aclara Chesterton en su libro Lo que está mal en el mundo:

«Esa es la eterna educación, estar seguro de que algo es lo bastante seguro como para decírselo a un niño. Los modernos huyen en todas las direcciones de este deber tan audaz, y su única excusa es, por supuesto, que sus modernas filosofías están tan a medio cocer y son tan hipotéticas que no pueden convencerse a sí mismos lo bastante como para convencer a un bebé recién nacido.»


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